A mis nietos y nietas


Si a vuestro paso habéis dejado caer alguna
espina, regresad, arrancadla y en su lugar sembrad
una rosa.

Vuestra abuela que os quiere tanto...


lunes, 3 de junio de 2019

La buena tierra: relato

Mis queridos nietos y nietas: hoy, como tantas veces, os digo a través de un cuentecito, lo importante que es  el permanecer auténticos por  muchas ofertas que nos hagan a cambio de perder lo más valioso que tenemos: la libertadUn trozo de buena tierra fue despreciando a cuantos compradores querían hacerse con ella.

Un trozo de buena tierra fue despreciando a cuantos compradores querían hacerse con ella.
-No -repetía-. No quiero amos. Me debo a todas las semillas, a todas as aves, a todos los pasos.
Pero un día, las tierras de alrededor, que se dejaron comprar, comenzaron a ser tratadas, sembradas, abonadas, cultivadas. Sus amos, con grandes expectativas, vivían pendiente de la cosecha. Sucedió, no obstante, que, a pesar de las apariencias, aquellas tierras no eran tan buenas como parecían por lo que frustraron a sus compradores que tras exterminar, mediante fungicidas, herbicidas, etc, toda clase de vida en aquellas tierras, las abandonaron
 Y  aquellas tierras, vergel de tantos cuidados, quedaron reducidas a estériles y solitarios desiertos que para nada servían y que nadie frecuentaba.
Por el contrario, de la tierra que no quiso amo, brotó, como cada temporada, abundante hierba  que servía de alimento a pajarillos, y de refugio a insectos, y de paseo a cuántos querían refrescar sus pies.
Las tierras que se habían vendido exclamaron:
-¡Qué sabia fuiste, vecina! Los amos piden mucho a cambio y, sin piedad, te abandonan, cuando no les interesas.

 Este ramo de lirios lo he fotografiado y tratado para vosotros 
que tanto os gusta el  color.