A mis nietos y nietas


Si a vuestro paso habéis dejado caer alguna
espina, regresad, arrancadla y en su lugar sembrad
una rosa.

Vuestra abuela que os quiere tanto...


miércoles, 2 de diciembre de 2009

CARTA Nº 2

Amanecer de niebla

¡Qué día más feliz para todos el de hoy! ¿Adivináis? ¡Claro que sí! La noticia nos ha puesto tan contentos que ya hemos empezado a programar cómo celebrarlo, aunque en realidad la mejor forma ha sido la de alegrarnos de corazón.
¡Que sí, que me estoy refiriendo al importante premio de fotografía que le han concedido a mi queridísimo hijo Ramón! ¡Bueno, bueno, no me reclaméis tanto que ya sé que es vuestro papi, mis preciosas Amalia y Ángela, y tu marido, querida nuera Amalia!
No, no os lo voy a quitar, pero, por mucha “propiedad” que tengáis sobre él, y que yo respeto por encima de todo, es mi hijo, y las madres… ¡Que no, que no me voy a enrollar con el tema de lo mucho que las mamás queremos a nuestros hijos, aunque crezca y aunque se hagan viejos y, bueno, todas esas cosas
Un día muy feliz hoy también para Isabel María y Belén que, como hermanas, se sienten receptivas y hasta orgullosas de un hermano tan creativo y trabajador, porque los premios no se ganan con sólo desearlos. ¡Qué va! ¡Ni mucho menos! Hay que trabajar pero, sobre todo, hay que estrujarse la cabeza para hacer algo que no haya hecho nadie. Lo de copiar o lo de hacer una obra más no vale para nada; hay que aportar algo nuevo a nuestras obras para que ganen premios o, al menos, para que nos sintamos orgullosos de ellas, aunque no ganen nada.
Un día hoy que amaneció con niebla, templanza y algo de lluvia. La Avenida con el asfalto mojado era como un espejo donde se miraban presumidos los semáforos, los faros de los coches, las sombras de los plataneros… Yo imaginaba un mundo de luz y color por el que pudiéramos caminar vosotros y yo de la mano, mirando y descubriendo cosillas.
Pero, bueno, me voy a dejar de fantasías porque hoy la noticia, la fiesta es la que es: Vuestro padre, mi hijo Ramón.
¿Y veis lo que pasa, cuando uno está contento? Ni la niebla, ni la lluvia, ni el frío…nos restan una chispa de nuestra alegría, pero a veces, somos tan tontos que estamos de mal humor por cualquier cosa y, ¡hala! la culpa es del tiempo, del gato, del vecino o de lo primero que se nos ponga por delante con tal de mentirnos y no aceptar que esa infelicidad que sentimos es cosa nuestra y para nada deberíamos pagarla… ¡Pues vaya: con el pobre gato!
¡Y me voy a comprarme algo para la celebración! ¡Lo que sea! Pero este día es de lujo y quiero vivirlo a tope.
Adiós, mis niños. Estoy preparando una sorpresita. ¡Ah! Cada cosa a su tiempo: “Chinchaos” y esperad.
Un millón de besos. ABU Isabel