A mis nietos y nietas


Si a vuestro paso habéis dejado caer alguna
espina, regresad, arrancadla y en su lugar sembrad
una rosa.

Vuestra abuela que os quiere tanto...


martes, 13 de febrero de 2018

Para mis nietos en el Día de los Enamorados



¡Pues sí! Mañana, dicen, es el día de los enamorados. ¡Qué sí, que lo sé, que ya 
andáis paseando secretillos que no obstante son evidencia en el brillo de vuestras pupilas y en el rojo aterciopelado de vuestro rostro! 
¡Y qué ilusión me hace saber que mis nietos y nietas empiezan a conocer ya algo importante de la vida como es la llamada del amor! 
Sois como pequeños capullos que empiezan a desplegar sus preciosos pétalos y tras ellos, poco a poco, vais asomando  vuestra expectante  mirada, vais notando como   os crece en latidos el corazón ante el escenario del mundo que os espera.    
Y sí, es hermoso, encontrar complicidad en la mirada de otro/a, y es  hermoso  notar que la sangre nos corre y nos acelera los pulsos, y que nos nacen ilusiones hasta entonces, inéditas, y que nuestros sueños tienen destino, nombre y que nuestros pasos encuentran pies que nos acompañan y nuestras manos calor que las acarician... Es el amor que iza bandera, es el amor que, como ferviente antorcha, se enciende y os invita a correr con ella bien alta, la gran aventura del vivir en pareja.
Guardad, sí, vuestro secreto, aunque a esta abuela no la podréis engañar porque aprendió a leer, a rotular, a convertir en lema de su vida, la palabra AMOR.
¡Ah! Pero quiero deciros algo para que abráis bien los ojos y no os dejéis seducir por el aleteo de mariposillas engañosas. No siempre es amor lo que parece, por muchas palabras bonitas que disparen sus labios, por muchas promesas que os juren, por muchos regalos que os  halaguen.... 
Si es amor de verdad, lo reconoceréis por sus obras, sencillas, muy sencillas, pueden ser, pero siempre delicadas, respetuosas, amables, sinceras... Y no solo con vosotros/as sino con todos los seres humanos, en general. El que ama, ama siempre, ama a todos, aunque no siempre desde el mismo vínculo. 
¿Me entendéis? Yo creo que sí, y creo que lo sabéis ya mejor que yo misma, que más de una vez fui engañada.
Y otra cosa; para el amor no hay almanaque, día, fecha; hay una vida.
Y todas las rosas del mundo en un ramillete de besos para vosotros  de esta abuela que se siente feliz y agradecida por saberos.... ¡bueno, dejémosles, con secretillos!