A mis nietos y nietas


Si a vuestro paso habéis dejado caer alguna
espina, regresad, arrancadla y en su lugar sembrad
una rosa.

Vuestra abuela que os quiere tanto...


lunes, 25 de agosto de 2014

La vida es un valor


Mis queridos nietos y nietas:  observad bien  estos dibujitos  de mis alumnos y a ver si descubrís lo que tienen en común.
Rápidamente lo dijo Amalia: animales y plantas. Y sí, eso está claro, pero,  hay algo más que puede que a primera vista no os hayáis dado cuenta: ¿Qué hacen los niños que también hay en los dibujitos? Ángela dijo: Juegan con las flores y con las mariposas. Y  también eso era evidente, pero lo más importante de todo y lo que también queda claro en los dibujos es que  los niños y niñas se les ve  cómo respetan la vida de animales y plantes e incluso, ayudan y favorecen el que se reproduzcan  y el que nadie les haga daño. Hay unos niños sembrando; otros cuidando los nidos, etc.
Y todo esto viene a cuento de algo que  vosotros habéis protagonizado en esta línea y una noche en la playa que yo sé no vais a olvidar nunca pero quiero dejarla escrita en esta obra que os dedico.
Me refiero  a la noche de este verano cuando alguien exclamó: ¡hay dos cachorrillos en las rocas! Estábamos sentados en la terraza de Paco esperando la cena, pero ¡qué salto dimos todos! Los primeros y más ligeros, vosotros, mis niños y vuestros amigos que andaban por el paseo y al saber la noticia corrían también.
Efectivamente. Aquel lugar estaba oscuro pero algo de luz le llegaba de las terrazas y chiringuitos por lo que no fue difícil encontrarlos. Y sí, allí había dos cachorros que alguien abandonó sin compasión.
Largo comentar cómo todos y cada uno aportó ideas, de cara a rescatarlos y llevarlos a feliz puerto, pero  qué derroche de cuidados y hasta mimos –diría yo- al lograr rescatarlos de aquella punzantes rocas. De mano en mano los acariciabais. Pronto llevasteis agua y algo de comida, pero la gran incógnita era dónde y cómo dejarlos, porque si bien el deseo de todos era quedaros con ellos, la evidencia negaba tal posibilidad.
En fin, después de mucho pensar, planear, hacer llamadas de teléfono a números que se sugerían como apropiados para recogerlos, hacia las dos de la madrugada, lograsteis la presencia de un veterinario que con interés y cariño se hizo cargo de ellos.
Y hasta aquí la anécdota, pero quiero dejar constancia de mi orgullo por tener una familia tan consciente del gran valor  que es la vida para animales, plantas y sobre todo personas.
Así que hoy  sobran los consejitos porque estoy convencida de que mis palabras quedarán cortas al compararlas con  aquella maravillosa acción que llevasteis a cabo.
Algo quiero deciros: no cambiéis nunca y tener claro y ser conscientes, como ya lo sois, de este valor que, a veces, se desconoce o se olvida y pasamos de largo, dejando “perritos” tirados en las rocas de una negra noche y un furioso mar .
Y esto sucedió en agosto de 2014.  

miércoles, 13 de agosto de 2014

Actividad lúdica-pedagógica con mis nietos/as

Queridos nietos y nietas: A la mayoría os va a resultar muy fácil 

esta actividad, pero, bueno, hacedla que no os vendrá mal. 

Copiad  las dos fichas que os propongo. Observadlas  y  

contestad  a las preguntas. ¿Qué os parece? Lo que no sepáis, 

preguntadlo. 

Seguro que tanto padres como esta abuela, estamos cerca para 

lo que deseéis. Os quiero mucho.


lunes, 11 de agosto de 2014

Momentos para el recuerdo

Mis queridos nietos y nietas: Es bonito eternizar momentos en sencillas fotografías que nos 

sirvan siempre de referencia de vida. Sí, lugares y  vivencias que bien conocéis y que  deseo

 pasen al índice de vuestras vidas rotuladas con dos palabras: familia, amor.

Otro día más, porque esta abuela está empeñada enno dejar pasar un  solo momento de

 tanta belleza. os quiero.




miércoles, 6 de agosto de 2014

Consejitos sobre Justicia



Hoy, después de la peleílla que he presenciado por el turno de la Tablet, quiero aprovechar para hablaros de una palabra que repetía Javier, cuando Isabel María no le dejaba la Tablet, tras lo acordado de una hora cada uno. Pues, sí repetía y con razón: ¡No es justo, no es justo!
Con frecuencia digo que los niños  no entienden muchas de las palabras que decimos los mayores y damos por hecho que las comprenden y las usan con pleno conocimiento de lo que dicen. Y no es así, sino que, por el contrario, los niños, sobre todo cuando son pequeños, entienden literalmente lo que decimos. Recuerdo que, cuando Gonzalo tenía tres años, la tita Isa me lo dejaba y yo lo llevaba a la guardería, pero antes desayunábamos en la cafetería de Tamicos. Un día estaba jugando con otro niño y yo le dije: deja de jugar y tómate la leche que nos pilla el toro –expresión  que quiere decir que nos llega la hora de lo que tengamos que hacer, que se nos hace tarde-. ¡Bueno, bueno el susto que pasó! Corrió hacia mí repitiendo a media lengua: ¡me da miedo del toro, abuela!
No obstante esta  realidad que os cuento, la palabra justicia fue muy bien empleada por Javier y  es que yo creo que sí, que  sabéis todos lo que significa por la cuenta que os trae en cuatro cosillas sin importancia, pero que, como os interesan, habéis aprendido, sin más explicación que pedir lo que creéis os corresponde.
Y ese es ,más o menos, el significado de la palabra justicia: dar a cada uno lo que le corresponde. Cuando yo era niña se representaba la justicia como una señora  que, con los ojos tapados, sostenía una balanza con los dos platillos a la misma altura –esas balanzas ya no se usan-. Y eso significaba que  aún sin ver, se equilibraba todo  o, lo que es igual, se repartía por igual.
Pero a veces sucede que  se pide justicia para nosotros, porque no soportamos que  alguien, sea quien sea, abuse de ella y sea injusto en cosas  que nos atañen, pero yo hoy quiero deciros que  la justicia es un valor que hoy, por hoy, se nombra mucho y se ejerce poco. ¿A qué habéis oído decir, “la justicia es igual para todos”? Yo creo que es lo que debiera ser pero no siempre se cumple lo correcto. Por eso  os voy a dar unos consejitos de cara a que seáis justos con todo y con todos.
Si un hermano o compañero sabéis que estudia más que vosotros y saca mejores notas, reconocedlo y no recurráis a lo que, como maestra, sobre todo, he oído muchas veces: es que es el favorito de la seño, es que la tienen tomada conmigo, etc.
Cuando haya que repartir algo entre hermanos o amigos, procurad hacedlo de forma que el reparto sea equitativo, O sea, justo.
A veces  las cosas se hacen en función de la edad, y no por eso son injustas. Por ejemplo, si Gonzalillo, a sus cuatro años, quisiera un móvil como el de su hermano de once años no sería injusto el que no se lo compraran. ¿A que lo entendéis?
Es cierto que, por ignorancia, los padres o los maestros nos equivocamos  y, por ejemplo, de dos que se pelean, castigamos al mayor si atender a que el culpable ha sido el más pequeño. Eso es injusto, pero entended que algo de culpa tiene siempre el mayor por el hecho de serlo y poder evitar lo que el pequeño seguro que no entiende.
Los mayores, que sois ya casi todos, debéis estar dispuestos a ayudar a los demás sin juzgarlos. Es decir, siempre, aunque en alguna ocasión que conozcáis se trate de  persona que no se haya comportado correctamente. Me encantó lo que escribió Gonzalo, que como sabéis volvió de Escocia dónde convivió con compañeros de otros países: Ya sea a centímetros de ti o a miles de kilómetros siempre habrá alguien que esté dispuesto a ayudarte e informarte y hacerte todo más fácil. Gente amable y con un gran corazón se merecen todo. Estas son sus palabras que no pueden expresar mejor lo que os estoy queriendo decir.
Aprended a apreciar a los demás como seres humanos completos que merecen respeto y oportunidades, sean o no de otro país o de otra raza.
Es de justicia respetad, atended y amar a las personas mayores como abuelos que tanto os quieren y tanto os dan.
También es de justicia el respeto al medio ambiente. Por ejemplo, no haciendo ruidos estrepitosos que molesten, cuidando a los animales  y plantas, siendo conscientes de que no se debe abusar de lo que no nos pertenece. Por ejemplo, si entramos a un lavabo donde hay peine, jabón, toallitas, etc. usando solo lo  preciso y jamás llevándonos lo que  sea del servicio público.
En fin, mis queridos nietos que si todos practicáramos lo que es justo este mundo sería mucho mejor y, por supuesto muy distinto al que nos ha tocado vivir, aunque no por eso    tengamos que conformarnos y cruzarnos de brazos. No, hay que practicar y reivindicar justicia para todos. El mundo no se arregla solo; lo hacemos aportando cada uno lo que debemos.
Así, que ¡hala a ser justos y ayudar a que los demás lo sean!

FRASES CÉLEBRES
·      Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria.
·      Si la justicia existe  tiene que ser para todos; nadie puede quedar excluido; de lo contrario ya no sería justicia.
·      La justicia no espera ningún premio. Se la acepta por ella misma. Y de igual manera son todas las virtudes.
Y esta es la imagen de la que os he hablado que encontré en Google.