A mis nietos y nietas


Si a vuestro paso habéis dejado caer alguna
espina, regresad, arrancadla y en su lugar sembrad
una rosa.

Vuestra abuela que os quiere tanto...


martes, 30 de septiembre de 2014

La privacidad, queridos nietos/as es un valor

Mis queridos nietos y nietas: Aunque ya os he hablado de la privacidad, hoy quiero que los mayores leáis este artículo mío del Diario Córdoba en las páginas de Educación. Será una forma más de adquirir conciencia de este gran valor, hoy día tan  pisoteado.
Así que  os toca leer:

MAESTROS
DIARIO CÓRDOBA/ EDUCACIÓN
 01/10/2014
El derecho a la intimidad implica que por nada del mundo se puede invadir la esfera de otros, como pretenderíamos  se hiciera con la propia. Frase de Luis G. Carrillo Navas que comparto totalmente ya que, como otros muchos valores, la privacidad anda perdida en la hojarasca de medios que la allanan sin pudor alguno y con el consiguiente daño que tales licencias arrastran. Todos, pequeños y mayores, tenemos derecho a que se respeten aquellas cosas que nos pertenecen y que no deseamos compartir.
El campo de la educación es tan extenso que por mucho que deseemos alejar nuestra mirada, jamás alcanzaremos tal horizonte hacia el cual, no obstante, debemos caminar tanto padres como maestros. De ahí que este valor no solo deba ser discurso recurrente en determinadas ocasiones sino que hoy día, cuando a todos los niveles se pisotea la privacidad, tendríamos que estar en trance de alerta constante para formar a nuestros hijos y alumnos, ya que la violación de este valor es el “pan nuestro y de cada día” por parte de todos.
No se puede entrar en una habitación con la puerta cerrada sin llamar previamente y pedir permiso. Y da igual que sea la de un hermano que la de unos padres o fuera de casa. No se pueden leer los mensajes del móvil de nadie absolutamente y por mucha confianza que medie. Tampoco, aunque conozcamos la clave de un determinado correo electrónico, podemos acceder a él sin permiso. No podemos registrar cajones, armarios taquillas de alguien por mucha confianza que tengamos, ni leer cartas, ni cotillear, curiosear y hablar de la vida de los demás, revelar confidencias y un largo etc.
Vulnerar la privacidad es humillar, pisotear sin pudor algo tan íntimo y personal como es este monto.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Consejitos sobre uso del móvil



¿No os parece maravilloso este amanecer tras la lluvia?          

Ya sé que tan solo leer el título de estos consejitos sabéis de sobra de que voy a tratar hoy. Pues sí, conocéis qué pienso acerca de los móviles que os tienen  totalmente enganchados y cuando os veo, a todas horas, ausentes de familia, entorno, etc. me da algo así como pena, porque si  es cierto, y lo sabéis, que me gusta lo nuevo y sobre todo  me gusta estar al día  también en las Nuevas Tecnologías, pienso, y no creo estar equivocada, que todo hay que saber  usarlo con moderación. Tan negativo puede ser rechazar cosas nuevas como el abusar de ellas. Imaginaos, por ejemplo, que nunca habéis probado el jamón porque puede ser que os diera asco o algo así, pero un buen día, os da por aceptar una tapita y ¡resulta que os gusta tanto que os dais el atracón! Seguro que vais a vomitar o, como mínimo, a tener pesadez de estómago y pasarlo mal.
Pues, lo mismo sucede con todo. ¿Habéis oído  aquello que  dice, “en el término medio está la virtud”? Sencillamente quiere decir que tenemos que saber moderarnos en todo y, por supuesto en el uso de los teléfonos móviles. 
Os voy a dar unos consejitos, ya que os pueden beneficiar tanto físicamente como mental y psicológicamente. Así que sed un poco listos y tomad nota que no hablo de memoria sino por mucho leído y observado.
Más importante que el móvil es la persona o personas que tenéis al lado.
Respetad, aparcando el móvil, las comidas, reuniones, paseos, estudios, etc. etc.
Apagad los móviles y prestad atención a lo que se dice, a lo que se oye… Os perdéis, absortos en mensajes, los sonidos de la tierra: sí, el gorjeo de pájaros al amanecer y al atardecer, el sonido de la lluvia, el sonido del viento, cuando sopla, los ladridos de un perro .¡sí, sí, no os riáis-, los sonidos de un niño que llora o ríe, las palabras que se dicen a vuestro alrededor…  A propósito de sonidos os voy a confesar algo que sé no vais a comprender, hoy, pero sí tal vez mañana. ¿Sabéis que añoro? Sonidos de platos, olores como el de tortillas francesas, batir de huevos, etc. etc. Diréis: ¡qué tonterías, abuela! Bueno, puede que lo sean, pero es la vida, el trajín de la familia,  los años de papá y mamá, bien como hija, bien como madre.
¿Otra confesión más acerca de sonidos?  Cuando era niña jugaba con mi amiga Leo a oír la voz de Dios. Nos tendíamos en la hierba y nos quedábamos en silencio. De pronto una decía: ¡Yo la he oído! Ha pasado un avión: otra decía: ¡Y yo también la he oído! Se oye música lejos. Y así nos pasábamos ratos y ratos  en desafío a ver quién oía más lo que llamábamos voz de Dios.
Usad los móviles, cuando tengáis necesidad de  comunicad con vuestros padres o amigos pero  siempre para cosas de interés. Por ejemplo, si vais a llegar a casa más tarde, si  os habéis quedado sin llaves, etc. También, si queréis quedar con un amigo que no veis todos los días, si tenéis que comentarle algo importante, etc.
Sed conscientes de que el uso excesivo de los móviles es perjudicial para la vista, la columna vertebral, para la memoria, para  la capacidad  de concentración, para la tranquilidad, etc.  
Y casi creo que suficiente pero  os hago hincapié también en lo de la tranquilidad, porque  el vivir pendiente de los mensajes que van y vienen crea un gran estrés, algo tremendamente perjudicial para el presente y futuro, porque el estrés tiene memoria o sea, que cuando se vive de niño o de joven con prisas, ansiedad, estrés, etc, por alguna causa, aunque esta desaparezca, el estrés se queda para siempre y llegará un día que os  puede crear grandes problemas de salud.
No penséis en ningún momento que trato de infundiros miedo. ¡Qué va! Lo único que deseo más que nada en la vida, es que os vayáis transformando en personas conscientes y responsables de todo y que aprovechéis las cosas y los momentos buenos de la vida. ¡Que no se os escapen embelesados con un móvil!

ALGUNAS RECOMENDACIONES ÚTILES
Si hay tormenta, tratad de no llevar encima el móvil ni tenerlo muy cerca.
Limpiad el auricular de vez en cuando. De soltarlo o llevarlo aquí y allá puede transmitir bacterias.
Si os cuesta trabajo leer o escribir porque os resulta pequeña la letra, no forcéis la vita. Mejor consultar con un  oftalmólogo.
Evitad, en lo posible, las  faltas de ortografía, ya que tal vez por abreviar  no os fijéis en esto, pero  sin daros cuenta os vais  acostumbrando a ver las palabras mal escritas.
Y termino: Las personas que siguen un estilo de vida sano, tiene mayor autoestima y mejor control de las emociones.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Las tradiciones son un valor


La Virgen de la Estrella tiene un niñito  
 de comer corazones  está gordito.  
¡Ay, Niño mío, si comes corazones, cómete el mío!
.....................
Hace unos días comentaba con vosotros, mis querido  nietos y nietas, cómo  se celebra en mi pueblo, Villa del Río, la fiesta de la Virgen de la Estrella y os comentaba las tradiciones que para esta fiesta se celebran cada año. Alguno de vosotros exclamó: ¡Jo, abuela, eso es muy  antiguo!  Y sabéis lo que os contesté pero hoy, que ya es el Día de mi Patrona, y es la feria de mi pueblo, quiero dejar constancia en estas páginas del valor de las tradiciones para que nunca lo olvidéis.
Pero, ¿qué significa tradición? Porque, claro, lo primero que tenéis que saber siempre es el significado real de las palabras porque si solo las conocéis de oída, lo más seguro es que las interpretéis mal.
La palabra tradición hace alusión a las creencias, costumbres y formas de expresión, tanto religiosas como  artísticas o folclóricas de un pueblo. Por eso habréis oído hablar de cosas que se hacen en los pueblos cada año y un día o días determinados. ¿Y sabéis que sucede? Pues  que, los que  hemos nacido y crecido con ellas, es como si  nos hubieran echado raíces y viven con nosotros y  no solo  eso sino que estamos como obligados a  que las generaciones que nos siguen –en mi caso, vuestros padres y vosotros-, como mínimo, las conozcáis y respetéis. Por ejemplo, en nuestra familia, tenemos  la costumbre de celebrar la Navidad como sabéis. En cada familia hay costumbres de  celebrar la misma fiesta de otra manera.  Yo la viví en mi casa con mis padres, con determinadas costumbres, y así  la seguí viviendo con los vuestros, mis hijos y ahora ellos, que son padres, las siguen de idéntica manera con vosotros. ¡Ea, pues esas son las tradiciones familiares, populares, etc.  ¿Lo entendéis?
Un hombre que no acepta su cultura ni tradiciones no es digno de pisar el suelo donde nació –se dice en una frase popular.
No obstante quiero añadir algo que considero debéis saber también. No se puede vivir estancado solo en las tradiciones heredadas, porque de ser así no progresaríamos nada. Y esto quiere decir que si bien hay que valorar y conservar tradiciones, tenemos que procurar  perfeccionarlas e incluso crear otras nuevas, ya que así estaremos contribuyendo a enriquecer el arsenal cultural de los pueblos. Y esto lo vais a ver con un ejemplo que todos conocéis de primera mano. Veréis, cuando yo era niña, ni por asomo se celebraba fiesta alguna que tuviese como objetivo fomentar la lectura, hoy día, no solo se celebra el Día del libro sino que en pueblos e incluso colegios, se monta la Feria del Libro cada año y se estudian y leen determinadas obras y se organizan actos con autores y firmas de obras, etc, etc. Bueno, pues eso  ya forma parte de las costumbres o fiestas a celebrar cada año, y lo mismo sucede con el día del árbol, de la paz, de la madre, etc. Y ya sé que mucho tiene que ver con el comercio, pero son días que. por el motivo que sea, ya forman parte de nuestras tradiciones a lo largo del año.
¡Y claro que son un valor! Y la razón es porque todas tienen como fondo poner de relieve bienes culturales medio ambientales, religiosos, etc. que tal vez  sean desconocidos o estén olvidados.
Bueno, pues ya no os canso más, pero os dejo la foto de mi patrona, la Vigen de la Estrella y con ella la oración que las madres nos enseñaban cuando  empezábamos a  balbucear las primeras palabras.
La Virgen de la Estrella/ tiene un niñito / de comer corazones / está gordito. / ¡Ay, Niño mío! / si comes corazones / cómete el mío.