A mis nietos y nietas


Si a vuestro paso habéis dejado caer alguna
espina, regresad, arrancadla y en su lugar sembrad
una rosa.

Vuestra abuela que os quiere tanto...


miércoles, 28 de febrero de 2018

DÍA DE ANDALUCÍA. A MIS NIETOS Y NIETAS


Mis qieridos nietos y nietas:  hoy, Día de Andalucía, día grande de Nuestra Comunidad, de la tierra que os ha visto nacer y crecer, quiero dejaros el mensaje del final de mi discurso el día que tuve la dicha de recibir ña Medalla de Andalucía.

Andalucía  ha dado un gran salto, Andalucía camina, sin duda, y camina sin pausas,  pero Andalucía somos todos y cada uno, piezas pequeñísimas, tal vez, de este gigantesco puzzles que es  nuestra tierra, que es España, que es el mundo pero, desde esa  pequeñez  individual,  somos  imprescindibles porque si bien no podremos cambiar la dirección del viento, sí podremos ajustar nuestras velas para navegar hacia ese soñado día llamado  futuro. Por ello, no olvidemos el pasado pero seamos, ante todo, padres del porvenir.
Y termino parafraseando a Martín Lutero King  
Sí, amigos míos, a pesar de las enormes dificultades, yo también tuve un sueño, sólo que mi sueño no es de hoy, sino que ha sido, y lo seguirá siendo, una constante en mis noches y en mis días, un sueño que se remonta a mi infancia en ese bendito y bello pueblo, Villa del Río.
Sí, tuve un sueño: que los andaluces entendamos que no importa tanto lo que esperamos que se nos dé como lo que Andalucía espera quedemos  nosotros
Que entendamos que el trabajo, sea cual fuere, debe ir en la dirección del cambio, sinónimo de progreso…
Sí, tuve, tengo un sueño: que Andalucía, tierra que tanto amo y por la que ha transcurrido mi vida, sea escenario de hombre y mujeres libres, capacitados, responsables, cultos, con gran energía interior capaces de plantearse un proyecto de vida y llevarlo acabo a pesar de los obstáculos y de las dificultades.

Sí, yo tengo un sueño  que se llama esperanza, y como el poeta  digo y termino:
 No se mantiene absolutamente nada  sino por la infanta Esperanza,
porque por ella todo siempre empieza de nuevo.
la esperanza siempre promete y garantiza todo,
asegura el mañana para hoy,
y esta tarde para el mañana,
y la vida para la vida
y hasta la eternidad para el tiempo.