A mis nietos y nietas


Si a vuestro paso habéis dejado caer alguna
espina, regresad, arrancadla y en su lugar sembrad
una rosa.

Vuestra abuela que os quiere tanto...


miércoles, 23 de mayo de 2012

Dedicado a mi abuela

Abuela: Soy Amalia. Me ha gustado mucho la historia esa de la era. Y es verdad que a mí me gustaría que  no se hubieran acabado para ir y subriem en el trillo ese que debía ser guapísimo.
Te quiero mucho y te decido esta poesía que no está muy bien, pero la he escrito yo. Amalia

Azul es el mar

Azul es el cielo,

¿quieres un regalo, abuela?

Te regalo este verso.

Las mariposas vuelan por el mar

Volaban tan felices

Que nunca dejaban de volar.

Mariposa vuela

Por los aires, por el mar y  y por el río

¡vuela, vuela y no te pares

 que hace frío!
                                                                                             Amalia con siete añitos








martes, 22 de mayo de 2012

Haciendo memoria con mis nietos


Mis queridos nietos: Os dije un día que iba a contaros cómo vivíamos y cómo jugábamos y cómo éramos los niños que hoy somos ya abuelos y abuelas. ¿Recordáis cuánto os gusto la idea?

Bueno, casi que oigo a mi Isa repitiendo: ¡Bien, abuela! ¿Nos vas a contar la historia de la estampita? ¡Claro que sí, linda! Pero voy a empezar, por contaros qué eran las eras y lo bien que lo pasábamos en ellas.
Ya sabéis, porque os lo he repetido cientos de veces, que en aquellos años no había tele, ni móviles, ni ordenadores, ni casi juguetes. Así que lo teníamos que inventar todo, pero, ¡Ya veréis, ya veréis lo bien que lo pasábamos!

Las eras, y todo lo que conllevaban, resultaban un auténtico placer los veranos de larga posguerra, que vivíamos. Sí, después de una gran guerra que sufrimos en España y de la que ya vais conociendo algo por la historia.

Las eras eran espacios situados en las afueras de los pueblos y a dónde se llevaban los trigos después de segarlos para separar los granos de la paja de las espigas.
Así que allí había montones de paja, por un lado, montones de trigo, por otro, hombres con grandes sombreros de paja y con la piel muy curtida por las horas que pasaban al sol, y había apacibles sombrajos –una especie de cabañas-, botijos colgados, melones, mulillas trotonas, trillos, carros, polvo, ¡mucho polvo!

¿Qué qué eran los trillos? A ver cómo os lo explico. Venían a ser una especie de carrillo del que tiraban las mulas pero que tenía unas grandes ruedas que trituraban las espigas. Sobre ellas daban vueltas y más vueltas hasta que se quedaban listas para el siguiente paso que consistía separar la paja del trigo.


Esta imagen es de Internet, pero podéis ver el trillo y los niños  sentados en él.
Solo que en mi pueblo no era bueyes sino mulillas

A los niños y niñas nos encantaba ir a la era y pasearnos en el trillo. Recuerdo las delicias de aquellas tardes rabiosas de sol en las que mi padre me llevaba a la era de Cristoba.¿Sabéis de lo que me daba miedo? ¡Bueno, bueno si las hubierais visto! La chicharras panzonas. Eran amarillas, muy gordas y estaban entre los trigos, moviéndose de forma muy lenta. ¡UF, qué asco y qué miedo me daban!, pero aqeullos hombres nos obsequiaban con tajadas de melón o sandía y buenos tragos de agua fresquita

  Así, más o menos, eran las cigarras aquellas


Cristóbal, viejo, negro y de tierna sonrisa, repetía al verme: ¡Ea! ¡La niña, al trillo! ¡A dar unos paseos!

Y su mano dura, maciza... rozaba la mía que era más bien corazón galopante por la emoción de compartir el trillo con aquel hombre de brazos tatuados que sin apenas detenerse me aupaba, más bien de mala gana, en el embarazoso e incómodo trasero de aquel singular carruaje.

La voz enronquecida de Cristobal daba pronto el alto que finiquitaba mi paseo ilusionado en el galope de aquella mula trotona que nunca corría tanto como yo deseaba.

Y en el sombrajo siempre, algún un hombre dormido con la cara tapada con el sombrero y las manos cruzadas sobre el pecho

Y mi cuerpo era un regusto entre sudor y fuerte picazón, ecos de paja, polvo, sol y un no sé qué de precoz nostalgia del tiempo vivido en la era, en compañía de mi padre, unas veces y de mis amigas, otras,

Recuerdo un día que mi entrañable amiga Leo me propuso que durmiéramos en su era. No fue fácil que mi padre autorizara aquella aventura, que para mí era un sueño, pero al atardecer, sentadas en la parte trasera de un lento carro cargado de haces de trigo, llegamos a la era. Sí, hubo trillo, melón y agua fresca pero sobre todo merendilla que constituía el gran aliciente de nuestra estancia en la era.

¿Qué cómo dormimos? El capataz, que era el que mandaba, nos tendió una manta en un montón de paja y, ¡vaya nochecita que pasamos entre las cigarras panzonas, los murciélagos y los mil bichillos que se movían a nuestro alrededor!

Pero éramos muy felices y cada vez que me encuentro a leo, ya las dos abuelas, nos hartamos de reír recordando la felicidad y el miedo de aquella noche.

¿Qué os parece? ¿A que os gustaría subir en un trillo, dormir una noche en la era, ver las cigarras panzonas y vivir todo lo que os he contado? La vida nunca vuelve, pero cada día tiene lo suyo y lo importante es vivirlo con ilusión y creatividad. Así lo recordaréis siempre como algo bonito que os pasó un día. ¡Adiós, lindos!

lunes, 21 de mayo de 2012

Enlace nueva obra

  Para cumplir años con elegancia lo mejor es liberarse de ..
.


Te Interesa

... y no alardear de la experiencia que otorga la edad son algunos de los consejos que la escritora Isabel Agüera ofrece en su libro 'El arte de envejecer.

martes, 15 de mayo de 2012

Cuento para mis nietos chiquitines

Los dos amigos


Para mis chiquitínes   Gabriel, Ramón y Gonzalo.
Aunque sois  muy pequeños, seguro que lo sabéis leer ya y, lo que es más importante, entender. Así  aprenderéis que los amigos se ayudan siempre y, aunque alguna vez se digan cosas y se peleen, son como mentirijillas, porque, a la hora de la verdad, se olvidan de todo y, ¡allá que van a dar una mano a su amigo!
¡Venga, leed o que os lo lea mamá o papá. Luego os preguntaré. ¿Vale?


Esto era una vez una osita y un pajarito que eran amigos pero se pelearon.
El pajarito le dijo a la osita: ¡fea, tonta!
Y la osita, muy triste, se fue al río a bañarse.



De rponto se dio cuenta de que se hundía y se iba a ahogar.
 Gritaba: ¡Socorro, socorrooo!


El pajarito que andaba por allí cerca, la oyó y fue corriendo a ayudarle.
Así pudo salir del río y se hicieron, de nuevo, amigos.



Y colorín, colorón, los amigos de verdad buenos,
muy buenos siempre son.
Y el que no aprenda la lección,
 es, lo dice la abuela, un  gran tontorrón.




sábado, 12 de mayo de 2012

Reflexionando con mis nietos

(De la obra "Conversaciones con mis nietos")


Y os dedico  esta bonita fotografía,
hoy domingo de mayo   de 2012

-Abuela yo quiero triunfar y ser famoso -decía uno de mis nietos-. Y quierio salir en la tele y que la gente me conozca...
-No es tan sencillo -le contestaba yo-. Hay que trabajar con responsabilidad, hay que ser buena persona con todo el mundo, hay que saber, sobre todo, que una cosa es el triunfo y otra es la fama.
-¡Pues no veo la diferencia! -exclamó- La mujer esa de la tele, la de por las tardes, que no me sale el nombre, es famosa, gana una pasta y que yo sepa no hace nada de eso que dices.
-Es verdad, abuela -dice  otra de mis nietas.
-Os voy a contar un cuento muy breve, para que lo entendáis. ¿Vale?

La cometa y el gorrión.
Una cometa presumía, ante el vuelo de un gorrión, de subir y subir muy alto, desafiando al viento, pero, cuando el viento cesó, la cometa cayó al suelo. El gorrión, humilde, se posó junto a ella y le dijo:
-Lo siento, amiga. Mis alas son pequeñitas pero mis vuelos no se deben a ningún viento y es por eso que me sostengo sin caer de mi altura.

¿A que ntendéis la moraleja? Seguro que sí. Ya veis: No llega más lejos el que aparentemente sube y sube, aventado por intereses pasajeros que, una vez que cesen, caerá sin remedio. Así la fama puede que llegue, pero si para conseguirla tenemos que pagar un alto precio, será como un deslumbrón que pasa y nos deja medio ciegos.
Por el contrario, el triunfo, yo lo veo como resultado de una vida de entrega y trabajo que nos hace sentirnos felices interiormente sin necesidad de aplausos que, si llegan, bienvenidos sean pero si no, viviremos y moriremos con la conciencia en paz que es lo más importante
Llega más lejos siempre, no lo olviddéis, el que logra levantar los pies del suelo con su esfuerzo y de verdad.

-¡Jo, abuela, qué sabia eres!

martes, 8 de mayo de 2012

El Arte de Envejecer

CULTURA
NUEVA PUBLICACION


Isabel Agüera enseña "el arte de envejecer"
REDACCION 09/05/2012

El arte de envejecer. Guía práctica para mayores felices es el nuevo libro de la prolífica autora Isabel Agüera que, editado por Almuzara, reivindica de un modo apasionado el rol activo de los mayores, un colectivo social cada día más amplio, postulando sin complejos el uso de las nuevas tecnologías y el acicate de la curiosidad como fuente de renovación. Para la autora, se trata de una etapa que, "si bien conlleva sus achaques y goteras, cuenta con el inapreciable caudal de la experiencia acumulada, que permite saborear aspectos de la vida que a la juventud le suelen pasar desapercibidos".





sábado, 5 de mayo de 2012

Tu Primera Comunión

DIARIO CÓRDOBA
A MI NIETO GRABRIEL
EN EL DÍA DE SU PRIMERA COMUNIÓN



La luna llena quiso, esta madrugada, posar para felicitarte.
¡Mira qué linda es!

Mi querido y precioso nieto Gabriel: Mentiría si no confesara, una vez más, la gran emoción que me embarga esta madrugada, víspera de tu gran día, del gran día de todos los que te queremos: Tu Primera Comunión.

No obstante haberte precedido cinco nietos, algo dentro de mí se conmueve de forma muy particular, mezcla de alegría y nostalgia que tú todavía no puedes entender.

Y es que te veo tan especial… No son, ni mucho menos, cursilerías de abuela. Ahí están tus notas, la opinión de tus profesores y la de tus padres: sobresaliente, responsabilidad extrema, orden, disciplina y un largo etcétera que resumo, tras tantos años mano a mano con niños y niñas, en un gesto inolvidable a tus cinco años: Aquel día que repasábamos un álbum de fotografías. Ramón, tu hermano de cuatro años, no quería reconocerse en sus fotos de bebé. Ese gordo no soy yo –decía triste-. Y tú, echándole un brazo por encima, exclamaste: ¡Que no, que ese soy yo, tonto!

Jamás he presenciado una escena de amor más puro y auténtico. En fin, mi querido Gabriel, hoy te la recuerdo, porque quiero decirte algo del amor, ya que es lo más importante que debes aceptar como compromiso en este día.

Jesús, al que tú has conocido en años de catequesis y preparación, dijo que lo primero y principal era Amar a Dios y al prójimo. Aquel día que asumiste la peor parte para evitar un sufrimiento a tu hermano, estabas amando a Dios y al prójimo.

Sigue siempre por ese camino. No te resultará fácil, ya que se te exigirá, y te exigirás mucha tolerancia y empatía con un mundo tan complejo como el nuestro, pero será la única forma de llenar tus bolsillos de felicidad para ti y para tantos seres humanos infelices que se te cruzarán en el camino.

Y recordemos juntos a la abuela Elvira que se nos ha ido, cuando menos lo esperábamos. Ella, no sé cómo pero seguro que estará contigo, con su vestido nuevo y su alegría de siempre. Un beso muy, pero que  muy grande.

jueves, 3 de mayo de 2012

Dia de la Madre con mis nietos



Flores clip para el Día de la Madre

Mis queridos nietos y nietas: Un año más llega el día de las madres, y una vez más quiero motivaros a prácticas creativas y personales que serán el mejor obsequio que podáis hacerles. También un poemita que acompañe al trabajito que os propongo y que llamo Flores Clip. ¿A que os suena raro el nombrecito? Pues, leed y ¡manos a la obra!

MATERIALES QUE NECESITÁIS

 Cartulina de varios colores.

 Clip de distinto tamaño, bien de colores, bien, los de uso normal.

 Tijeritas de punta redondas.

 Pegamento

 Algunas acuarelas, si queréis.

 Y cualquier otra cosa que se os ocurra sobre la marcha.

MODO DE HACERLAS

Con los ejemplos que os muestro -trabajo de mis alumnos-, pienso que no sería necesario nada más, ya que se aprecia claramente los pasos a seguir, pero, siendo fiel a todo el recorrido de esta obra, empiezo por el principio.

1 Se recortan círculos de distinto o igual tamaño –a gusto- de cartulina de un solo color o de varios. –También a gusto.

2 Se les abre en el centro un pequeño círculo, anteriormente dibujado para que salga lo mejor posible.

3 Se les van colocando clip alrededor, pudiendo hacerse de las formas más variopintas:

 Alternando colores.

 De un solo color.

 De uno en uno de forma simétrica.

 Alternando uno, con dos.

 ETC

4 Una vez terminados, cuidando, como he dicho, de que estén de forma simétrica y bien colocados, se pegarán sobre un trozo de cartulina del color que cada uno elija.

5 El pegado no haréis tratando de formar un ramo.

6 Finalmente, se recortan unas hojas, también dibujadas previamente sobre cartulina verde, y se pegan a gusto de cada uno.

7 Con las acuarelas se les puede dar un toque distinto para disimular, si queremos, que resulte menos simple la cartulina.

No es necesario que indique la variedad y cantidad de posibilidades que se pueden alcanzas trabajando con este sencillo material: Porta-retratos con decorativos clip de colores, decoración de platos de cartón, etc. etc.

¡Ah! Podéis añadidle toques de purpurina.

Y, por último, ya sabéis que estoy dispuesta a ayudaros. ¿Vale? ¡Manos a la obra


Y ahora unos poemitas que os inspiren:

Una cosa me pregunto, mamá


¿de qué color son los ojos del mar?

Yo pienso que son como los tuyos, mamá

porque cuando te miro, no sé qué pasa

pero en ellos, yo veo el color del mar.
.................................

De los muchos regalos que tengo

pienso una cosa, mamá,

¿me dirás si es verdad?

Y es que yo creo que no tengo obsequio mejor

que la mamá tan buena

que un día me regaló Dios.

..................................

Tu día, mamá, son todos los días

por lo buena que eres

por lo mucho que me das

por lo mucho que me quieres...

Todos son tus días, mamá.

Pero hoy especialmente

yo te quiero festejar

con un ramo de flores

lo más parecido a ti, mamá.