Os quiero súper-educados
¡Ea, pues hoy toca una buena dosis de educación! ¡Pues
sí, más que para niñeros/as, canguros/as, más que para contaros cuentos y
repartiros chuchee, los abuelos y abuelas tenemos también que educaros.
¿Cómo lo veis? ¡Que no, que no quiero sermonearos, sino que aprendáis a
comportaros siempre y con todo el mundo y en cualquier lugar!
Veréis, los niños, cuando empiezan a caminar solos, se
caen cientos de veces, porque ignoran que todavía sus pasos no son
firmes, seguros... Pero las madres, sobre todo, con los brazos abiertos, los
esperan cada paso para enseñarles a no caerse y evitar así los chimbombos.
Y eso es lo que deseo hacer
yo, preparaos para que no caigáis en esa mala educación que hay por todas
partes en pequeños y mayores y que, a veces, por no saber, se cometen grandes
faltas.
Os lo digo muy resumido.
A los mayores, en general, y a los abuelos/as, en
especial, hay que prestarle la atención debida, cuando hablan. Es horrorosa esa
costumbre de exclamar, antes de escuchar: ¡que
me dejes!
Los abuelos y abuelas, por lo general, han perdido con el
paso de los años, oído, vista, memoria y muchas más cosas. Así que no le
habléis a gritos, ni le digáis, estás sordo, estás ciego, estás empanado, etc.
Bastante tienen con sus problemas y limitaciones para que alguien se los
resalte y recuerde.
Siempre que veáis a un mayor con algo de peso en las manos y notéis que le
cuesta trabajo llevarlo, ofreceos a prestarle ayuda.
Si entráis o salís al tiempo que otra persona, sujetadle
la puerta hasta que salga o entre.
Si estáis embebidos con los móviles y entra alguien a
vuestra casa, aunque sea de la familia, dejadlo, levantaos y saludad.
Cuando estéis en un lugar público, por ejemplo, comiendo,
procurad hablar bajito y sobre todo no habléis todos a la vez.
Si vais en el autobús, por ejemplo, y sube alguien que se
le ve discapacitado por edad o por cualquier otra cosa, y vais sentados,
cededle el sitio.
Al cerrar una puerta, evitad portazos.
Si entráis a un servicio público, y por supuesto al de
vuestra casa, dejadlo como quisierais encontrarlo. Ni un pelo en el lavabo, ni
un papel por el suelo…
No miréis a
nadie, por mucha curiosidad que os pueda despertad, con tanto descaro que la
persona afectada se dé cuenta.
Evitar toda
clase de ruidos corporales delante de los demás.
Y hoy termino,
pero preparaos la que os espera. Quisiera que no solo fuerais educados
sino re-fi-na-dos.
¿Qué eso qué
es? Educados súper. ¿Lo pilláis?
Os quiero
su-per.
Pueden estar contentos tus nietos, tienen una abuela fenomenal. Besos
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