Mis queridos
nietos y nietas: Sin que vayáis a pasar página de los Consejitos de ayer, hoy,
tampoco yo puedo pasar este bonito e importante Día del Libro sin aportaros
algo de lectura.
He elegido una cosita
divertida para que la podáis escenificar, memorizar, etc. pero lo más
importante es que leáis algo, lo que sea: un chiste, una poesía, un cuento, un
libro… Los libros son siempre nuestros mejores amigos y es por eso que mi casa
está rodeada por todas partes de estas silenciosas compañías que siempre están
ahí, esperando que las necesite para sacarme de dudas, de problemas, de
aburrición y hasta de posibles días grises.
Amad los libros y
empezad, algunos ya lo hacéis, a tener
vuestra pequeña, ahora,
biblioteca, con libros, páginas, notas,
etc. de todo lo que vayáis leyendo y, ¡venga que ya está bien de sermones! ¡A
divertíos con esta medio tontería.
NIÑO
CABALLERO
A un puchero zapatero cayó un sapo puñetero, y en mi plato pirulero lo encontré con
un sombrero
-¡Hola, niño caballero! Como tú quiero comer del puchero
zapatero.
-¡Fuera, fuera de mi plato! ¡Fuera, fuera que te mato!
-Ya me voy, niño gruñón.
Que te pique un moscardón que te
saque un buen chichón.
Al
puchero del Señor cayó una bonita flor y en mi plato pirulero la encontré con
el romero
.-Hola, niño caballero! Soy rosa del jardín del amor y de
tu plato pirulero un poquito comer quiero.
-Si eres rosa primorosa del jardín del
amor, toma y come con mi tenedor. Así estará más gordo el puchero del Señor.
-¡Hola, niño caballero! –dijo el sapo puñetero- ¡Yo te
pedí comer primero comer de tu plato pirulero.
-¡Fuera, fuera de mi plato! ¡Fuera, sapo que te mato!
-Yo
sí comparto el tenedor -dijo la rosa- con ese sapito hambriento que es
criatura del Señor.
-Lleva razón la flor –dijeron todos- Llamemos al sapito
puñetero y que coma también del puchero pirulero.
-Sapito caguetillas, sapito caguetón, ven y come con
nosotros del puchero del Señor.