La Virgen de la Estrella tiene un niñito
de comer corazones está gordito.
¡Ay, Niño mío, si comes corazones, cómete el mío!
.....................
Hace unos días comentaba con
vosotros, mis querido nietos y nietas,
cómo se celebra en mi pueblo, Villa del
Río, la fiesta de la Virgen de la Estrella y os comentaba las tradiciones que
para esta fiesta se celebran cada año. Alguno de vosotros exclamó: ¡Jo, abuela, eso es muy antiguo!
Y sabéis lo que os contesté pero hoy, que ya es el Día de mi
Patrona, y es la feria de mi pueblo, quiero dejar constancia en estas páginas
del valor de las tradiciones para que
nunca lo olvidéis.
Pero, ¿qué significa tradición?
Porque, claro, lo primero que tenéis que saber siempre es el significado real
de las palabras porque si solo las conocéis de oída, lo más seguro es que las
interpretéis mal.
La palabra tradición hace alusión a las creencias,
costumbres y formas de expresión, tanto religiosas como artísticas o folclóricas de un pueblo. Por
eso habréis oído hablar de cosas que se hacen en los pueblos cada año y un día
o días determinados. ¿Y sabéis que sucede? Pues
que, los que hemos nacido y
crecido con ellas, es como si nos
hubieran echado raíces y viven con nosotros y
no solo eso sino que estamos como
obligados a que las generaciones que nos
siguen –en mi caso, vuestros padres y vosotros-, como mínimo, las conozcáis y
respetéis. Por ejemplo, en nuestra familia, tenemos la costumbre de celebrar la Navidad como
sabéis. En cada familia hay costumbres de
celebrar la misma fiesta de otra manera.
Yo la viví en mi casa con mis padres, con determinadas costumbres, y
así la seguí viviendo con los vuestros,
mis hijos y ahora ellos, que son padres, las siguen de idéntica manera con vosotros. ¡Ea, pues esas
son las tradiciones familiares, populares, etc.
¿Lo entendéis?
Un
hombre que no acepta su cultura ni tradiciones no es digno de pisar el suelo
donde nació –se dice en una frase popular.
No
obstante quiero añadir algo que considero debéis saber también. No se puede
vivir estancado solo en las tradiciones heredadas, porque de ser así no
progresaríamos nada. Y esto quiere decir que si bien hay que valorar y
conservar tradiciones, tenemos que
procurar perfeccionarlas e incluso crear
otras nuevas, ya que así estaremos contribuyendo a enriquecer el arsenal
cultural de los pueblos. Y esto lo vais a ver con un ejemplo que todos conocéis
de primera mano. Veréis, cuando yo era niña, ni por asomo se celebraba fiesta
alguna que tuviese como objetivo fomentar la lectura, hoy día, no solo se
celebra el Día del libro sino que en pueblos e incluso colegios, se monta la
Feria del Libro cada año y se estudian y leen determinadas obras y se organizan
actos con autores y firmas de obras, etc, etc. Bueno, pues eso ya forma
parte de las costumbres o fiestas a celebrar cada año, y lo mismo sucede con el
día del árbol, de la paz, de la madre, etc. Y ya sé que mucho tiene que ver con
el comercio, pero son días que. por el motivo que sea, ya forman parte de
nuestras tradiciones a lo largo del año.
¡Y
claro que son un valor! Y la razón es porque todas tienen como fondo poner de
relieve bienes culturales medio ambientales, religiosos, etc. que tal vez sean desconocidos o estén olvidados.
Bueno,
pues ya no os canso más, pero os dejo la foto de mi patrona, la Vigen de la
Estrella y con ella la oración que las madres nos enseñaban cuando empezábamos a
balbucear las primeras palabras.
La
Virgen de la Estrella/ tiene un niñito / de comer corazones / está gordito. /
¡Ay, Niño mío! / si comes corazones / cómete el mío.