No eres el único –le
contestaba yo-. Incluso hay escritores que no se ponen de acuerdo en la
diferencias entre ambos términos y técnicas pero te lo voy a explicar por escrito, tal y
cómo yo lo veo, con un ejemplo práctico a ver si tú solo te das cuenta de la
diferencia.
EL CHIQUILLO
Empiezo por escribirte un
cuento:
EL CHIQUILLO
Esto era una vez un niño que
vivía en el campo. Todos los días tenía que ir a la escuela que estaba lejos de
su casa. Un día, que el cielo estaba muy oscuro, su madre le dijo:
-Hoy no es día de salir de
casa. Parece que va haber tormenta.
-No importa –contestó el
niño-. No quiero faltar.
-Bueno –dijo la madre-, pero
abrígate bien y si llueve busca dónde refugiarte.
El niño, cogió su mochila, se
puso un viejo impermeable y se fue camino de la escuela. Pero, de pronto,
aquellos nubarrones se convirtieron en fuerte chaparrón. ¡Vaya!, Llevaba razón
mi madre –se dijo-. Y buscando con la mirada algún lugar dónde refugiarse, vio,
no muy lejos, un puentecillo. Corrió hacia él y allí espero hasta que las
nubes se iban y empezaba a clarear por detrás de la aldea.
Así que tan pronto como pudo,
retomó su camino hacia la escuela, pero de repente se quedó eclipsado. Por
encima de las montañas aparecía el arco iris más maravilloso que había
visto jamás. Parecía como si una mano mágica lo hubiese dibujado sobre el
horizonte. De una montaña a otra, se extendía majestuoso, brillante, rojo,
verde, anaranjado, violeta...
Llego tarde a la escuela y la
maestra sin más dijo:
-¿Acaso no sabes a qué hora hay que entrar?
Y antes de que el niño pudiera
explicarse, añadió:
-¡Al rincón, castigado!
El niño obedeció sin replicar,
pero en los adentro estaba contento y parecía que oía la voz de su
madre que le canturreaba:
¡Cuando llueve y hace sol
sale el arco del Señor... !
Cuando llueve y hace frío
Sale el arco del judío.
Una sonrisa se dibujaba desde
el rincón de su castigo: El arco del Señor le había salido al paso aquella
mañana de otoño.
Y ahora uno de mis relatos:
En un tris
Aquella noche lejana, ¡muy lejana!, él y yo cómplices de años, historias y
proyectos, aguardábamos, en silencios, rotos en dolor, miradas y suspiros, el
autobús que nos separaría para siempre. Era negra noche de truenos
cabalgando en mil rayos por el cielo.
En un tris, la hora de
partida. Una plaza. Sólo una. Sube él. Un ardiente beso como despedida y un
adiós sin palabras que apaga, en un tris, el universo de sueños de un abrazo
sostenido en tantos años… Muchos años. A
pie de tablas, sola, acariciaba en vilo
y en nostálgica sonrisa, la cálida huella de aquel beso, mientras caía
definitivamente el telón.
El autobús se alejaba y la lluvia
persistía. También la vida pero él ya no estaba allí.
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Bueno, ¿qué te parece? Si
tomas nota comprobarás, por ti mismo, lo más destacado. Por una parte, creo que
sabes que un cuento no es una novela pero tanto en una como en otro, se dan
tres partes:
1ª COMIENZO: ¿CÓMO EMPIEZA?
En mi cuento, la primera parte
comprende desde, Esto era una vez, hasta, -Bueno –dijo la madre-, pero abrígate
bien y si llueve busca dónde refugiarte.
2ª CONFLICTO O NUDO: ¿QUÉ
PASA?
El párrafo comprendido desde
la frase final de la primera parte,
.… Busca dónde refugiarte, hasta, … -¡Al rincón, castigado!
3ª DESENLACE: ¿CÓMO TERMINA?
El final del cuento o
desenlace empieza con el párrafo que dice: El niño obedeció sin replicar, etc.
hasta la última palabra.
En el relato sería como más forzado
distinguir estas partes, puesto que todo va como descrito con mayor
poesía y brevedad.
MÁS DIFERENCIAS
Un cuento conlleva personajes, diálogos, un argumento no demasiado complejo, a
veces moralejas, incluso puede admitir datos y transformarse sencillamente en
una escenificación. De hecho en mis obras para niños, muchos cuentos van
presentados en las dos técnicas: cuento y teatro.
El
relato, por su parte, la mayoría de las veces
ni siquiera tienen desenlace ni mucho menos moraleja. Además el
relato destaca por su variedad de género, pudiendo abarcar prácticamente
cualquier estilo e incluso varios registros literarios. Muy complicado sería
transformarlo en escenificación.
Y, por
supuesto considero como gran diferencia, la economía de palabras que debe prevalecer
en el relato, la falta de diálogos y un final que debe dejarse a interpretación
del lector.
Bueno,
“chiquillo”, ¿lo tienes medio claro? Que
saques, como mínimo, la mejor nota posible. Mucho besos, mi lindo chiquillo.