¡Por fin las vacaciones, mis queridos nietos y nietas! ¡Qué bien! Ahora nos veremos más y, si el tiempo nos deja, podremos ir a la casita del campo que tanto os gusta y no digamos a mí.
Bueno, lo primero felicitaros por las buenas notas que habéis sacado todos y que os habéis ganado con el trabajo del día a día. ¡Y no digamos lo contentos que están Amalia y Javier por su viaje a los Pirineos! Un poco chamuscadillos, ¿no?, pero felices por lo bien que lo han pasado.
Y ahora vamos al lío de la abuela: os toca descansar y leer un poquito cada día. Ya sé que lo de leer os parece que está de sobra, pero yo voy a intentar que os guste tanto que más bien os resulte algo sencillo, y muy breve.
Voy a empezar dedicando unos cuentecitos, poemas para mis chiquitines, trabajitos que un día escrbieron y dibujaron niños como vosotros. Después vendrá algo más larguillo para los de los Pirineos. ¿Os parece bien?. Pues a ello voy con una gran ilusión.
Una cosita más: ¿Seréis capaces de aprender de memoria algunos de estos cuentos? ¡A ver, a ver qué tal tratái a tan necesaria señora, memoria?