En un paseo a orillas del
Guadalquivir, un poco alejada de Córdoba, he tropezado con esta manada de
ovejas.
Medio
extasiada por la emoción de una visión tan real y al mismo tiempo tan
ancestral, me conmoví profundamente.
Me dije: nada más bello para compartir con
mis amigos que esta auténtica estampa navideña.
Sí, vosotros no habéis sido niños de campo, de animales ni de otras muchas cosas, pero en los pueblos, sobre todo, era muy frecuente, casi diario, ver por las calles manadas de cabras, ovejas, burros, etc,
Ahora solo vemos tele, móviles, tecnologías... No obstante, nada hay más maravilloso que la vida en todas sus manifestaciones.
Aquí la tenéis. ¿A qué os gusta?
No hay comentarios:
Publicar un comentario