Una mala poesía, para ti, linda mía. Tan parecida a mí que es cierto: parece que he vuelto a
nacer. Un beso muy grande en este día de tu santo.
Cuando te miro me veo
como si volviera a nacer.
En tus juegos, en tus sueños
me encuentro,
mi preciosa nieta Isabel.
No morimos, ¡es verdad!
si vivimos con ilusiones
sin mentiras, sin traiciones,
dando y recibiendo amor...
Así llegaste al mundo, mi princesa,
y hoy, al mirarte,
encuentro la recompensa.
Cuando te miro me veo
como si volviera a nacer
En tus juegos, en tus sueños,
me encuentro,
mi preciosa nieta Isabel.
Vas creciendo mi reina,
te estás haciendo mayor,
y hoy quiero repetirte,
mi preciosa y blanca flor:
Que no muera jamás esa niña
de hadas, cuentos y princesas,
de muñecas y sirenas,
de bailes y de alegrías,
aunque tengas malos días.
Es la vida que para todos es así,
levántate siempre y anda
y sigue sembrando valores,
endulzados con tu miel,
mi preciosa nieta Isabel
Cuando te miro me veo
Y, sí: ¡he vuelto a nacer!
En tus juegos, en tus sueños,
en tu cuerpo de mujer,
mi preciosa, mi querida
nieta Isabel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario